Cómo saber si una joya es de oro

Cuando vemos una pieza de color oro, ya sabemos por experiencia que ello no significa sí o sí que ese artículo está elaborado con el preciado metal en toda su composición. Para nada. Muchas veces lo que vemos es un simple baño superficial o una aleación con otros metales (mayoritariamente) que le resta valor, entre otras propiedades y aspectos. Si nos preguntamos cómo saber si una joya es de oro, existen varias maneras de corroborarlo.

Desde Boxpack queremos ayudaros a que podáis realizar sencillas pruebas con el fin de verificar la autenticidad del oro.

Oro, o el metal de los metales en joyería

Desde tiempos prehistóricos, el oro ha sido empleado para la creación de joyas y monedas. Su cualidad maleable es notable, y en ocasiones, se combina con otros metales para conferirle mayor dureza (en joyería, siempre, debido a que el oro no es un metal muy resistente).

Si queréis conocer más sobre el oro y el sistema de medida decimal con el que se determina la medida de sus quilates, tenéis toda la información aquí.

Técnicas para saber si una joya es de oro

Como decimos, existen diversas formas para verificar la autenticidad del oro en una joya. Vamos a explicar cada una de estas acciones:

Marca de pureza

Muchas joyas de oro auténtico tienen una marca o sello que indica su pureza en quilates (por ejemplo, 14k, 18k, 24k), e incluso el código del fabricante. Busca esta marca en un lugar discreto de la joya, como en el interior de un anillo o en el cierre de una cadena.

Como mucha gente pensará, esta acción no es, ni mucho menos, 100% fiable, ya que se puede perfectamente engañar al usuario grabando una marca que no corresponde realmente con la calidad de la pieza. Debemos por tanto hacer más pruebas.   

Prueba de imán

El oro no es magnético, lo que significa que no será atraído por un imán. Si la joya es atraída por un imán, es probable que no sea de oro puro.

Prueba del peso

El oro es un metal denso, por lo que las joyas de oro genuinas tienden a ser más pesadas en comparación con piezas de metal menos densas.

Prueba del ácido

Esta prueba debe ser realizada por profesionales. Consiste en aplicar ácido a una parte no visible de la joya y observar cualquier reacción. Dado que el oro es un metal noble, no reaccionará con la mayoría de los ácidos.

Prueba de nitrito

Aplicar una pequeña cantidad de nitrito de amilo a la superficie de la joya. Si la mancha se vuelve borrosa, es probable que la joya no sea de oro real. Sin embargo, esta prueba no es siempre confiable.

Densidad del agua

Puedes medir la densidad de la joya sumergiéndola en agua y comparando su desplazamiento con su peso. El oro puro tiene una densidad específica que puede ayudar a verificar su autenticidad.

Prueba del sello de ácido

Esta prueba también debe ser realizada por profesionales. Implica aplicar un ácido específico en un área no visible de la joya y observar la reacción del metal.

Consultar a un profesional

Si tienes dudas sobre la autenticidad de una joya, lo mejor es consultar a un joyero o un especialista en gemología. Ellos tienen la experiencia y las herramientas adecuadas para determinar si una joya es de oro auténtico.

Más pruebas válidas

Además de lo comentado, hay otras acciones que se han extendido como complementarias para validar y saber si una joya es de oro. La primera tiene que ver con el color. El oro, en toda la pieza que lo componga, siempre va a mantener una misma tonalidad de color. No va a presentar con intensidades de color diferente, ni a pesar del paso del tiempo, los roces o golpes. Por lo tanto, si observamos diferentes tonalidades, no estaríamos ante una pieza verdaderamente de oro.

Otra prueba a realizar implica un plato de cerámica. De cerámica final, sin recubrimientos ni esmaltes. Se frota suavemente sobre el plato el artículo de oro, y si deja líneas del mismo color oro de la pieza, todo bien, su material efectivamente es oro; si el color de esas líneas es diferente, mal asunto.

Qué hacer si comprobamos que la pieza que debería ser de oro no lo es

Si estamos en una joyería o boutique de confianza y con años de ejercicio a sus espaldas, es altamente improbable que esta situación nos ocurra. En casos diferentes, donde la pieza se adquiere a través de Internet, por ejemplo, de proveedores no contrastados, lógicamente debemos hacer valer nuestros derechos sobre la compra hecha.

Primeramente, debemos revisar la política de devoluciones para averiguar si se ofrece reembolso o cómo se puede deshacer la compra. Importante. Tras ello, lógicamente contactamos con el proveedor para explicarle la situación. Debemos de recopilar las evidencias que nos han hecho asegurar que esa pieza no es de oro, y mostrárselas para respaldar nuestra afirmación. Hay que exigir la devolución del dinero o el envío del artículo de oro real.

Si no conseguimos enderezar la situación tras estas acciones razonables, nos quedaría:

Contactar a las autoridades competentes: Si el vendedor se niega a ayudar o si consideras que has sido víctima de fraude, podrías considerar presentar una queja ante las autoridades pertinentes de protección al consumidor o de comercio.

Considerar acciones legales: Si el valor de la joyería es significativo y has agotado todas las otras opciones, podrías consultar con un abogado para explorar las posibles acciones legales que podrías tomar contra el vendedor.

Comentar y opinar sobre el proveedor en medios digitales: En algunos casos, compartir tu experiencia a través de reseñas en línea y plataformas de opinión puede alertar a otros compradores y fomentar una mayor transparencia en el mercado.

Si esto nos ocurre, que nos sirva de experiencia para el futuro. Cuando se va a acometer un desembolso importante en una pieza de joyería, debemos investigar y verificar los productos y el proveedor antes de comprar.

Conclusiones

Hay que recordar que algunas joyas de oro pueden estar chapadas en oro o tener una capa delgada de oro sobre otro metal. Si esto nos ocurre, lógicamente las técnicas mencionadas podrían no funcionarnos ni ser realmente concluyentes. Si estamos considerando la compra de una joya de oro valiosa, siempre debe venir acompañada de su pertinente certificado de autenticidad por parte de la joyería donde la adquirimos. Sin duda.