Comprador de joyas: Un perfil singular
Definir el perfil del comprador de joyas tipo puede ser un ejercicio algo complejo, más que nada porque puede haber y hay varios perfiles dependiendo del tipo de joya que se considere. Pero a grandes rasgos, sí que se puede dibujar una figura con determinadas características que ahora enumeraremos.
Existe un perfil de comprador de joyas que sabe que hay un grupo social de personas que puntualmente venden (generalmente por necesidad o por desapego) las piezas de oro y plata de ley que poseen, también relojes antiguos o de fabricantes contrastados, en joyerías físicas y online especializadas en compra venta de piezas de segunda mano. Entran en la base de datos de estos establecimientos y a menudo se les ofrecen estas piezas interesantes para comprarlas, dado su solvente poder adquisitivo.
Comprador de joyas: Factores demográficos
Los compradores de joyas, en su mayoría, suelen ser adultos. Como decimos, sin no ser fácil definir un perfil demográfico exacto del comprador de joyas, sí que podemos asegurar que el rango de edad oscila entre los 35 y los 65 años. Para joyas en general. Sin embargo, existen joyas que atraen a grupos de edad más específicos, como las joyas de coleccionistas o las joyas para personas mayores.
En cuanto al género, siempre hemos asociado las joyas tradicionalmente a las mujeres, también como compradoras habituales. Ahora podemos decir que cada vez es más común ver a hombres comprando joyas para sí mismos o para regalar.
Si bien las joyas suelen ser consideradas un artículo de lujo, se han democratizado en las últimas décadas y mucho perfil de personas se atreve a adquirir piezas de calidad. Sin embargo, sí que podemos asegurar que los compradores de joyas suelen tener un poder adquisitivo medio-alto.
Factores psicográficos
Los compradores de joyas suelen estar interesados en la moda, la belleza, el arte y el diseño. También pueden ser aficionados a coleccionar joyas o a invertir en piezas de valor. Todo esto es relativo, pero sí que se identifican estos aspectos en muchos de los compradores habituales.
Si hablamos de estilos de vida, el perfil de comprador de joyas acostumbra a tener un estilo de vida activo y social. Disfrutan de asistir a eventos y ocasiones especiales en las que puedan lucir sus joyas. Además, valoran la calidad, la exclusividad y la artesanía, lo que les hace un perfil singular. También pueden buscar joyas que tengan un significado sentimental o que representen un símbolo importante para ellos.
Motivaciones de compra
Los motivos que llevan a los compradores de joyas a adquirir nuevas piezas son muy variados, como os podéis imaginar. Depende del perfil del comprador, si es un usuario normal, de a pie diríamos, o un coleccionista o perfil de alto poder adquisitivo en busca de buenas oportunidades.
Si somos un usuario habitual:
Regalo: Las joyas son un regalo popular para ocasiones especiales como cumpleaños, aniversarios, graduaciones, bodas y Día de la Madre.
Autogratificación: Los compradores de joyas también suelen comprar joyas para sí mismos como forma de expresar su estilo personal, celebrar un logro o simplemente darse un capricho.
Para perfiles más profesionales:
Inversión: Algunas personas compran joyas como inversión, ya que pueden ser consideradas un activo valioso que puede retener o incluso aumentar su valor con el tiempo.
Luego está una de las causas que más repetidas, que son las herencias. Personas que las heredan deciden ponerlas a la venta, y hay siempre mercado para esas piezas. De hecho, muchas de ellas pueden ser adquiridas en tiendas especializadas, como ya hemos comentado.
Comportamiento de compra
¿Dónde y cómo actuar cuando un comprador de joyas se decide por adquirir una nueva pieza? Acudir a una joyería o boutique física es lo primero que se nos viene a la cabeza. La compra de toda la vida. Pero desde hace ya años, la venta online se ha popularizado entre los usuarios y cada vez más se compra digitalmente. Luego tendríamos las subastas, que hay que conocer dónde se realizan y qué piezas salen a subasta, y acudir a pujar por ellas (perfil coleccionista y de alto poder adquisitivo).
Ni que decir tiene que antes de comprar una joya, los compradores suelen investigar sobre las diferentes marcas, diseños y precios. Esta tipología de comprador no se mueve por impulsos, sino que ejecuta un research previo a cualquier adquisición. También tienen en cuenta factores como el diseño, la calidad, el precio, la marca y el significado sentimental.
Contextos donde el comprador de joyas suele adquirir nuevas piezas
En el apartado anterior ya hemos hablado de algunas situaciones habituales para comprar una joya, como los regalos. En cumpleaños o aniversarios, por ejemplo. También, muy manido, en Navidad, donde regalar una joya es uno de los regalos estrella a los que todos/as recurrimos festividad sí festividad también.
Otros eventos que se nos ocurren, pues el día de la Madre o si tenemos un hijo/a o familiar cercano que se gradúa, ya sea en el instituto o en la universidad. Es un hito importante en la vida de esa persona que bien podemos recordar y reconocer con un colgante con una letra o un dije con un símbolo relacionado con la profesión, por poner algún ejemplo, pero puede haber cientos de posibilidades.
Autogratificación
La consecución de un objetivo, logro personal, como terminar una carrera, conseguir un ascenso en el trabajo o alcanzar una meta deportiva, es un motivo para comprarse una joya como recompensa. Un reloj de alta gama, un brazalete con un mensaje inspirador o un anillo conmemorativo pueden ser un recordatorio tangible de este logro.
Mejorar el estado de ánimo a través de una joya es una práctica que también no suena bastante. Ejemplos: un collar colorido, un par de pendientes llamativos o un anillo con un diseño original pueden ser bonitos regalos que hacernos en periodos donde no estamos en nuestro mejor momento.
Por último, decir que no necesitamos realmente una razón especial para comprarnos una joya. Si nos gusta un diseño en particular o si nos apetece darnos un capricho, ¡adelante!
Ocasiones especiales donde comprar una joya
La principal, exacto 🙂, una boda. Los enlaces proporcionan la excusa perfecta para adquirir los anillos para ambos protagonistas, y otras piezas como relojes y gemelos para ellos y pendientes, pulseras o tiaras para ellas. El comprador de joyas tipo no está realmente interesado/a en anillos de compromiso o boda ni como piezas de colección ni como inversión, pero como muchas personas nos convertimos en compradores de joyas cuando nos toca casarnos, teníamos que incluir este feliz supuesto en el artículo 💍.
Hay otras fiestas y eventos donde una nueva joya puede ser el complemento perfecto que lucir. Fiestas de aniversarios de padres, abuelos u otro familiar, comuniones o bautizos, eventos profesionales importantes, convenciones, recepciones institucionales, etc.
Destacamos también el hecho de viajar. Cuando nos trasladamos a un nuevo país o ciudad, por ocio o trabajo permanente, también puede ser una oportunidad para comprar una joya típica de la región como recuerdo. Un collar con un colgante de un símbolo cultural, un brazalete con piedras preciosas locales o un anillo con un diseño tradicional pueden ser un recuerdo único e inolvidable.
Inversión
Ya hemos hablado de la tipología de comprador de joyas que se dedica a la inversión. Por ejemplo, de joyas de alta gama, como los diamantes o las piedras preciosas. Comprar para aumentar una colección de gran valor, o como inversión para ponerlas a la venta en subastas o plataformas de compra venta cuando aumenten su valor con el tiempo.
Lo mismo ocurre con las joyas vintage o antiguas, y también con las heredadas, como ya hemos comentado anteriormente.
Conclusiones
El comprador de joyas tiene varios perfiles, pero el principal, diríamos que es un perfil femenino que adquiere sus piezas (pendientes, pulseras, collares) de forma más o menos recurrente a lo largo del año. Luego, un perfil coleccionista o inversor.
Sea como fuere, con las opciones online que han proliferado en el siglo XXI, los compradores de joyas se han multiplicado y existen muchos perfiles como tal. ¿Cuál eres tú?