Alquiler de joyas: Contextos ideales

El alquiler de joyas es un mercado que gana adeptas a cada minuto. Una oportunidad que muchas mujeres (también hombres, pero mayoritariamente féminas) luzcan con piezas increíbles que nunca podrían comprar, ahorrando dinero y fomentando la economía circular y la sostenibilidad, lo cual es un gran punto a favor de esta manera de consumir joyería.

Hay que planificar con algo de tiempo el alquiler de una joya, ya que a veces hay que registrarse en las joyerías y boutiques (proceso online principalmente) y seguir un proceso que nos puede llevar 2-3 meses.

Beneficios del alquiler de joyas

Alquilar joyas puede ser una opción ventajosa en diversos contextos, ya sea por motivos económicos, de uso temporal, de estilo o de sostenibilidad. Aquí los vemos:

Eventos especiales

El primer gran evento que se nos viene a la cabeza, y con razón, son las bodas o los enlaces. Tanto si eres la novia como una de las invitadas, alquilar una tiara, un collar o unos pendientes llamativos de relumbrón suena perfecto. Comprarlos puede, seguramente, suponer un desembolso enorme para según qué bolsillos. Si sólo las vamos a usar una vez, no tiene mucho sentido comprar y sí alquilar.

Las fiestas de gala se pueden dar por muchas razones. Especialmente en determinadas industrias y según nuestro rol laboral. Cuando llega una gala o ceremonia a la que debemos asistir y dar una imagen en consonancia, ya sea personalmente y en representación de nuestra empresa o institución, el alquiler de joyas encaja de nuevo a la perfección. Llevaremos un look elegante y sofisticado sin tener que invertir una gran cantidad de dinero en los complementos.

Luego tenemos los bautizos, comuniones o graduaciones, por ejemplo. Eventos de índole personal, no profesional, no tan exigentes a nivel de imagen ni por compromisos, pero que también gustan para lucir nuestras mejores y elegantes galas. De nuevo, el alquiler de una pieza especial puede ser una muy buena idea que seguro que nuestros familiares se percatan y quedan encantados por nuestra idea.

Uso temporal

Hablamos de más de un día, por ejemplo, si nos vamos de vacaciones. Unas vacaciones a un lugar muy especial. Se da muchas veces en el alquiler de joyas el cerrar un acuerdo por varios días porque se va a viajar y se van a tener varias ocasiones donde lucir las piezas elegidas. Joyas elegantes para un viaje, personal o de trabajo, que vamos a recordar por siempre.

El poder de atracción de la joyería es tal, que cuesta no querer poseer en propiedad una pieza que se nos ha metido en la cabeza. En el proceso de decisión, que puede durar semanas o meses, se puede optar por probar la joya durante unos días antes de decidirnos. Se alquila, entonces, durante ese periodo de tiempo para terminar de decidirnos. Es una práctica más habitual de lo que pensamos en este tipo de contextos.

Presupuesto limitado

Se nos ocurre, pero no sabemos realmente 😅 si es muy común o no, pero cuando pensamos en regalar a alguien especial una pieza de igual consideración, y no tenemos el presupuesto para ello, la opción de alquilarla durante unos días podría ser una alternativa. Pero entenderíamos que mucha gente no lo vea realmente como una opción porque sería como poner un caramelo en la boca a alguien para después arrebatárselo, ¿no creéis?

Sí que, para los coleccionistas, alquilar una o varias joyas de gran calibre puede rondarles la cabeza si nunca van a poder acceder a ellas. Es lo que tiene ser un apasionado/a de las joyas y estar siempre atento/a a esas piezas originales de diseñadores famosos. Al menos alquilarlas unos días saciará, en parte, ese impulso irremediable.

Están los eventos de networking, donde apreciamos que el alquilar joyas para estrechar lazos con colegas de profesión comienza a producirse con más y más frecuencia. Causar buena impresión puede desembocar en sinergias y nuevos contratos por lo que si hay que alquilar una joya para ello, que al menos no haya que invertir en su compra y sólo en su alquiler.

Sostenibilidad

El consumo responsable, la reducción de residuos y el cuidado general del medio ambiente están cada vez más interiorizadas en el sector joyero. También en el servicio del alquiler. Algunas empresas utilizan materiales reciclados o sostenibles en sus piezas, lo que nos permite lucir elegantes de forma más responsable con nuestro entorno. Un ejemplo son nuestras bolsas y cajas ECO donde depositar y transportar las joyas.

Comodidad

Alquilar joyas es sinónimo de comodidad. Más allá del papeleo para oficializar el acuerdo, el servicio completo que ofrecen la mayoría de joyerías y boutiques que permiten el alquiler, es una maravilla. Incluyen limpieza, mantenimiento y reparación de las piezas.

La flexibilidad del acuerdo es toda una garantía. Podemos alquilar joyas por el tiempo que necesitemos, desde un día hasta varios meses, según las necesidades. No suele ser más de una semana, pero eso, la flexibilidad de poder alargar ese periodo, ayuda a la hora de optar a veces por esta opción del alquiler.

Ni que decir tiene que solemos contar con una amplia selección de piezas para elegir. Difícilmente salgamos de la boutique con las manos vacías.

Preguntas que hacerse

Aquí os dejamos algunas preguntas que nos podemos hacer para decidir si alquilar o no una joya:

• ¿Para qué ocasión necesito la joya?
• ¿Cuánto tiempo la voy a usar?
• ¿Cuánto estoy dispuesto a gastar?
• ¿Qué estilo de joya estoy buscando?
• ¿Es importante para mí la sostenibilidad?

Responderlas nos acercarán más consecuentemente a la decisión final al respecto.

Proceso y contrato de alquiler de joyas

El alquiler de joyas se sustenta en un contrato entre proveedor y cliente donde se marcan las condiciones generales de la acción comercial. Antes de la rúbrica del documento, el cliente ha de reservar cita en la joyería para tratar el asunto y, más importante, elegir la joya o joyas que quiere lucir.

Lógicamente hay que probársela (s) y comprobar que la pieza o piezas encajan y están listas para llevarlas por parte del cliente. Al término del evento, se devuelven en las condiciones estipuladas en el contrato.

Contrato

Generalmente se requiere firmar un contrato de alquiler cuando se alquila una joya para un evento. Es un documento que protege tanto al cliente como a la empresa de alquiler, y establece los términos y condiciones del alquiler. Incluye, lógicamente, información de la joya como su descripción, tipo de metal, enumeración de sus componentes (si lleva o no piedras preciosas) y detalle de su valor. Otra información que encontraremos en el contrato entre la boutique y nosotros/as:

• Duración del alquiler: Fecha y hora de inicio y fin del alquiler. Se exige que el alquiler supere un mínimo de días (3 suele ser lo mínimo).
• Coste del alquiler: Precio total del alquiler, incluyendo impuestos y cualquier cargo adicional.
• Depósito: Monto del depósito que se debe pagar al momento de alquilar la joya. Suele ser una cantidad igual o cercana al valor en tienda de la joya (entre un 30% y 90% del valor de la pieza).
• Responsabilidades del cliente: Condiciones en las que se debe mantener la joya y qué hacer en caso de daño o pérdida.
• Responsabilidades de la empresa de alquiler: Condiciones en las que se entrega la joya y qué hacer en caso de que la joya no esté disponible.
• Política de cancelación: Condiciones para cancelar el alquiler y el reembolso del depósito.
• Otros servicios: Por ejemplo, el servicio de limpieza de la pieza está generalmente incluido en el precio del alquiler. Se entrega limpia y perfectas condiciones, y la limpieza después de la devolución, también corre a cargo de la joyería, boutique y proveedor.
• Posibilidad de compra: Opción de comprar la joya al final del período de alquiler. Si no aparece esta opción en una cláusula como tal en el contrato, significa que no hay ningún descuento que se le ofrezca al cliente por la compra final de la pieza. Si no hay cláusula, el cliente puede perfectamente comprar la pieza al término del alquiler a su precio original de cara al público. Si se estipula una cláusula, suele incluir algún descuento en forma de oferta (generalmente entre el 10 y 25% de dto).
• Seguro: Cobertura de seguro contra daños o pérdida de la joya.

Consejos en el alquiler de una joya

Vamos con algunos consejos sobre el alquiler de joyas:

• Elegir una empresa de alquiler contratada (leer opiniones de otros clientes antes de alquilar una joya, por ejemplo).
• Comparar precios entre diferentes empresas de alquiler.
• Leer detenidamente el contrato de alquiler para asegurarnos de que todas las condiciones son las pactadas.
• Solicitar una copia del contrato.
• Cuidar la joya según nos indiquen en la joyería de origen.
• Devolver la joya a tiempo (en la fecha y hora acordadas para evitar cargos adicionales).

Conclusiones

Ya vemos que el alquiler de joyas tiene sus grandes ventajas. Es una medida que encaja a la perfección con las necesidades que surgen cuando se acerca un evento de gran calibre donde deseamos estar a la altura de las circunstancias. Alquilamos una o varias piezas con el objetivo de brillar, de lucir joyas que sean tendencia (y seguramente inaccesibles en precio como propiedad), que se las hayamos visto a celebrities o esas vintage con historia a raudales.

No todas las joyerías o boutiques ofrecen las mismas condiciones en el alquiler de sus joyas pero ya habéis visto que los requisitos, obligaciones y derechos son muy parecidos. Elegir la que mejor nos convenga, la que tenga la pieza o piezas que nos apetecen lucir, y adelante. Si no se puede comprar, por qué no alquilar y lucir en una boda u otro gran evento.

Deberemos leer detenidamente el contrato de alquiler antes de firmarlo para asegurarse de que se comprenden todas las condiciones. Y no olvidéis, por si acaso, solicitar una copia del contrato para tenerla como referencia.