Tipos de llaveros
El porcentaje es nuestro, lo reconocemos 😅, no es sacado de ningún estudio, pero nos atrevemos a decir que si el 90% de las personas no llevan sus juegos de llaves personales ligados a un llavero, no lo hace nadie. Hablamos de las personales (hogar, garaje, trastero, taquilla gimnasio…), porque si hablamos de las del coche, por ejemplo, nos la jugamos con incluso el 100% 😄. Así que imaginaréis que tipos de llaveros hay incontables, porque es una pieza tan extendida que no podía ser de otro modo que no existiesen tantos diseños como posibilidades nos de la mente.
El tipo de llavero que elijamos dependerá de nuestros gustos, la comodidad, el número de llaves que va a albergar y de aspectos ligados a la salud como alergias o reacciones cutáneas. También del presupuesto claro, pero más o menos todo el mundo puede acceder a esta tipología de artículos que son bastante económicos y que no se confeccionan (sólo en contadísimas y excepcionales ocasiones) con piedras preciosas o materiales excesivamente caros.
Cualquier tipo de llavero que tengamos cumple una única función: llevar las llaves. Tenerlas localizadas para poder llevarlas con nosotros más fácilmente y siempre localizadas. No hay más.
Historia de los llaveros
El origen del llavero se remonta a la antigua Mesopotamia, alrededor del año 4000 a.C., donde se utilizaban pequeñas tablillas de arcilla con inscripciones para identificar las llaves de las puertas y los cofres. En el antiguo Egipto, se usaban amuletos y piedras preciosas con un orificio para pasar una cuerda, que servían como llaveros y también tenían un significado simbólico.
En la antigua Grecia y Roma, se popularizaron los llaveros hechos de metal, como bronce o hierro, que podían tener diferentes formas, como animales o figuras geométricas. Durante la Edad Media, los llaveros se asociaron con la riqueza y el estatus social, y se elaboraban con materiales preciosos como oro, plata y marfil.
No fue hasta el siglo XIX, con la invención de la cerradura de cilindro y la llave de dientes, que el llavero se convirtió en un objeto de uso cotidiano. En esta época, se popularizaron los llaveros de metal con anilla, que podían llevarse fácilmente en el bolsillo o colgados del cinturón.
A lo largo del siglo XX, el diseño y los materiales de los llaveros se diversificaron enormemente. Se fabricaron llaveros de plástico, cuero, tela y otros materiales, con una gran variedad de formas, colores y diseños. Algunos llaveros se convirtieron en objetos de colección, como los llaveros publicitarios o los llaveros con personajes de dibujos animados.
En la actualidad, el llavero sigue siendo un objeto práctico y funcional, pero también puede ser un complemento de moda, un regalo personal, incluso un artículo de joyería de gran valor con su propio estuche. Decir que los llaveros modernos que podemos ver hoy en día pueden tener diferentes funciones adicionales, como luces LED, brújulas o memorias USB, elementos que en honor a la verdad aleja a estos llaveros de nuestra idea de pieza de joyería.
Datos curiosos
Hemos encontrado investigando en la red algunos datos curiosos e hitos importantes en la historia del llavero que os pueden parecer relevantes 🙂:
- 4000 a.C.: Tablillas de arcilla en Mesopotamia
- Antiguo Egipto: Amuletos y piedras preciosas
- Antigua Grecia y Roma: Llaveros de metal
- Edad Media: Llaveros de materiales preciosos
- Siglo XIX: Invención del llavero con anilla
- Siglo XX: Diversificación de materiales y diseños
- Actualidad: Llaveros con funciones adicionales
Existe un Día Internacional del llavero, que es el 13 de enero. ¿Sabéis cuál es el más grande del mundo 🤔? Mide más de 3 metros y se encuentra en Alemania. No muy cómodo de llevar sinceramente 😮. Si hablamos de dinero, como os podéis imaginar el más exclusivo está elaborado con diamantes y tiene un valor de más de 1 millón de euros.
Tipos de llaveros
No todos los llaveros cuentan con una cadena en su composición. Si pensamos en tipos de llaveros, la mayoría de los ejemplos que nos vienen a la mente se componen del llavero circular, cadena, cuerpo decorativo del llavero y cierre. Pero hay muchas combinaciones posibles.
Si buscamos un llavero práctico y funcional, podemos optar por un llavero multiherramienta o un llavero localizador. Si por otra parte queremos un llavero elegante y sofisticado, pues nos decantamos por uno de plata de ley u oro de 18 quilates, uno personalizado, o incluso con algún modelo con piedras preciosas (como decimos, raras veces se aprecian). También tenemos los llaveros hechos a mano o de estilo vintage, por si lo que queremos es unicidad y originalidad como elementos más destacados.
Los materiales más habituales: acero inoxidable, aluminio, cuero, tela y plástico. También la madera en algunas ocasiones, o incluso la goma, más infantiles.
Llaveros clásicos
Llaveros de aro: Son los más sencillos y económicos. Se fabrican en una gran variedad de materiales, como metal, plástico, cuero o tela.
Llaveros mosquetón: Son más resistentes que los de aro y se pueden enganchar a bolsos, mochilas o cinturones.
Llaveros con cadena: Son más elegantes que los de aro o mosquetón y se pueden personalizar con colgantes o abalorios.
Llaveros decorativos
Llaveros con figuras: Se pueden encontrar en una gran variedad de formas, como animales, personajes, objetos o símbolos.
Llaveros con piedras preciosas: Son más lujosos y elegantes que los llaveros clásicos. Se pueden encontrar con diferentes tipos de piedras, como diamantes, perlas o zafiros.
Llaveros personalizados: Se pueden personalizar con el nombre, la foto o la frase favorita del cliente.
Llaveros publicitarios: Miles de marcas los llevan usando como parte de su merchandising desde el pasado siglo. Están los de las propias marcas fabricantes de coches, que tienen gusto, estilo y buenos materiales, y luego otros de marcas de diferentes sectores como alimentación, electrónica o construcción que los regalan como parte de su estrategia de difusión.
Llaveros funcionales
Llaveros multiherramienta: Incluyen herramientas útiles, como abrebotellas, destornilladores o linternas.
Llaveros localizadores: Ayudan a encontrar las llaves perdidas mediante un dispositivo Bluetooth o GPS.
Llaveros USB: Son los llaveros en forma de gadget tecnológico, como en este caso un USB, que permite almacenar archivos y datos como bien sabemos.
Llaveros originales
Llaveros hechos a mano: Son únicos y especiales, ya que están elaborados de forma artesanal.
Llaveros vintage: Son piezas antiguas o retro que tienen un valor especial para los coleccionistas.
Llaveros de edición limitada: Son llaveros exclusivos que se fabrican en cantidades limitadas.
Los cierres de los llaveros
Los tipos de cierres que pueden albergar los llaveros también marca su funcionalidad, estilo y comodidad en el manejo. Hay que saber bien qué llavero queremos para que el cierre nos asegure resistencia, fiabilidad y facilidad de uso.
Contamos con los cierres de mosquetón, que podríamos decir que es el más extendido. Funciona bien con manojos grandes de llaves o cuerpos de llavero pesados. Es bastante resistente.
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Muy parecidos a estos, los cierres de langosta que se dicen. Muy fácil de usar, sin necesidad de imprimir mucha fuerza excesiva a la hora de abrirlo.
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Luego los típicos cierres de anillas y cierres de argolla, parecidos. El de anilla no acostumbra a sostener muchas llaves, sino que es algo más ligero que la argolla, que, con su sistema de cierre a presión, es algo difícil de abrir y cerrar. Ambos también se ven mucho.
Por último, existen también cierres de imán, más modernos y menos extendidos, con cierre automático, pero no demasiados resistentes.
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Conclusiones
Los llaveros están diseñados para soportar el desgaste diario y que no nos fallen en su propósito. A nadie le gusta llevar las llaves desperdigadas una a una por pantalón, abrigo o mochila 😅. Pero puede pasar con el paso del tiempo o el mal tratamiento del objeto, ya que su diseño circular para albergar las pertinentes llaves, hace relativamente fácil quitar y poner las llaves, sin mucho esfuerzo, lo que lo hace cómodo y funcional, pero no siempre 100% infalible.
Atrás quedó el llavero como objeto promocional por antonomasia de marcas y eventos. Se siguen viendo, pero hoy los tipos de llaveros que tenemos son más piezas funcionales, algunos con toques personalizados como inscripciones o fotos, y otros directamente artículos elaborados con metales como la plata y con su consiguiente valor artesanal y lógicamente económico.