Tipos de joyas para piercing

La acepción de los piercings en las distintas sociedades de la historia pasada y reciente del ser humano ha sido una constante con muy diversas finalidades. La principal, por supuesto, la decorativa. Pero ¿Qué tipo de joyas para piercing son las más aceptadas? En la actualidad, hay incluso piercings debajo de la piel 🤯, pero los aros, barbell o labrets son los predominantes.

Han sido los jóvenes adolescentes los que más han popularizado el uso de piercings como señas de identidad estética y gusto por una tendencia controvertida, de vanguardia, alejada de los estereotipos sociales predominantes.

En la década de los 70 irrumpieron con fuerza gracias al movimiento musical punk, una corriente cultural rebelde y disconforme con la sociedad que les tocaba vivir. En los 80, otras industrias artísticas como la moda o el cine los incluyeron habitualmente en su modo de expresión, aunque generalmente en estas décadas eran asociados los piercings a colectivos sociales marginales.

Nada que ver con la actualidad, donde hay muchos tipos de joyas para piercing que vemos día a día en nuestras calles, portados por jóvenes y adultos, y que se han normalizado y aceptado en la mayoría de esferas laborales y sociales.

Tipos de joyas para piercing más comunes

Joyas o piezas de bisutería u ornamentales que dirían algunos. Los tipos de artículos que comúnmente conocemos como piercings se clasifican más por el lugar del cuerpo donde van a ir alojados, que por las piezas en sí mismas. Aunque, como no, hay artículos con formas específicas que todos los profesionales cualificados del piercing emplean cuando les toca perforar para colocar uno.

Los materiales utilizados varían, pero suelen ser de acero quirúrgico, titanio y niobio.

Barbell

Piercing o incluso pendientes comunes que se colocan en una primera instancia para asegurar la respuesta del cuerpo debido a su carácter hipo alergénico. En el universo piercing, es el artículo más común, compuesto por una barra y dos pequeñas (puede jugarse con los tamaños de las esferas). Los hay rectos, curvos o circulares.

Spikes

Para colocar generalmente en la nariz. Característico por tener terminaciones cónicas como si fueran puntas de flecha o de lanza.

Nostril

Como su nombre indica, se emplean en las perforaciones de la nariz, especialmente cuando es la primera vez. Debido a la zona (en realidad, en todos los piercings el cuidado ha de ser minucioso), tardan en cicatrizar definitivamente entre 3 y 6 meses. 

Tornillo

También denominado screw o palito. Se reconoce rápidamente por su forma ondulada en la parte final de la pieza. No requiere de cierre.

Labret

Usado en el área de los labios mayoritariamente. Se asemejan a un pendiente de aro grueso, con una extremidad acabada en plano, y la otra con un cierre a rosca con una bola a modo de sujeción y elemento visual.

U-bend

También para la nariz. Tiene forma de U con bolas en los extremos.

Otras perforaciones

Dependiendo del área de perforación, tenemos otras modalidades de piercing.

Piercing industrial o transversal

Piercing de oreja, de doble perforación en el cartílago superior. Se compone de una barra de metal, con cierres a ambos lados generalmente, donde el usuario/a juega con los elementos decorativos en esos cierres.

Piercing hélix y antihélix

Piercing de una única perforación en el cartílago superior externo de la oreja.

Antihélix se denomina a la perforación hecha en la parte más interior del cartílago.

Ceja

Tanto aros como spikes se utilizan para colocar en este habitual lugar de perforación de los amantes de los piercings.

Septum

Perforación decorativa que se realiza en el tabique nasal.

Labio superior

Aro que sujeta el labio superior.

Lengua

Otra de las perforaciones más habituales donde las piezas Barbell son las más utilizadas.

Ombligo

Piercing denominado “Banana”. El tipo navel es el más utilizado, que suele tener una bola en la parte superior (la bolsa se sustituye en otros modelos por otras variadas formas).

Conclusiones

Hasta existen evidencias que en Alemania después de la Segunda Guerra, en su afán por enterrar y despegarse de las bases ideológicas supremacistas del nazismo, los piercings en lengua, pezones y labios abundaban entre sus hombres y mujeres.

Hablar de piercings es hablar de moda. Muy al contrario de décadas atrás, incluso siglos atrás, hoy esta modalidad de complemento es un accesorio de moda polivalente y personal, clave en el estilismo de féminas y varones.

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